miércoles, 29 de diciembre de 2010

Ecuador: Rapto de niña británica

Guayaquil, 29 de diciembre del 2010

Señora Doña
Angela Cedeño
Missing Angels Org. 

De mis consideraciones: 

El objeto de la presente comunicación, es saber si por vuestro intermedio se me podría proporcionar ayuda investigativa por el siguiente caso: 

Aproximadamente hace dos años supe de la existencia de una carta que se encontraba dirigida a la suscrita, firmada por el señor Honorio Solórzano Díaz, quien falleció en el año 1974 y antes de morir entregó este documento a su hija Deyanira Solórzano quien era de religión católica y monja. Confiada esta carta a quien luego de 17 años de ser monja colgó los hábitos y se casó, ésta fallece en el año 2008, y es entonces cuando, uno de mis supuestos familiares, la toma para sí, y se la lleva a Estados Unidos.  En aquella carta el señor Honorio Solórzano Díaz, quien toda su vida laboró como intendente de varios cantones ubicados en la Península de Santa Elena, confesaba haberme raptado de una de las familias inglesas que habitaban en la ciudadela que se había construido específicamente para aquellos que vinieron a trabajar o a vigilar las funciones de las Empresas Transnacionales  de la Anglo Petroleum Co., o Anglo - Ecuadorian Oilfields Limited – subsidiaria de la Transnacional British Petroleum.   Es el caso señora, que hace dos años atrás mi señora madre en un momento de descompostura emocional me gritó, que no era mi madre, que le dé gracias que me había criado, y que todo era culpa del maldito viejo (refiriéndose a su señor padre Honorio Solórzano).  Recibidas estas expresiones sumadas al hecho de saber un secreto familiar de que había una niña que había sido muerta accidentalmente con una sobredosis de medicina en el año 1958 y que eso se constituía como un secreto terrible de mencionarlo, mi abuela la señora Mercedes Arteaga me hizo saber de esa circunstancia y a la par, tres familiares más, me confirmaron, que el que aparecía civilmente como mi padre Pedro Alfonso Cárdenas Cisneros, no lo era en realidad (verdad que conocí a los once años de edad).  Unidos todos éstos recaudos empecé a investigar inicialmente en la ciudad capital, pues mis documentos habían desaparecido en esta ciudad de Guayaquil, y obtuve copia del libro de registros de nacimientos de la que me percate que la inscripción estaba plagada de falsificaciones, pues la firma que consta en dicho documento no corresponde a la de mi madre la señora Delia Solórzano Arteaga,  ni existe la de mi  padre,  el lugar que se cita en dicha inscripción del  supuesto nacimiento  de la suscrita el 26 de Noviembre de 1955 cuya inscripción fue efectuada el mes de Septiembre de 1956, en el que consta como sitio de nacimiento la Maternidad Enrique Sotomayor de la ciudad de Guayaquil, de la que he obtenido certificación de que no existe tal nacimiento registrado en esa Institución  médica. 

La documentación falsificada, la desaparición de la menor Soledad Párraga Solórzano, supuesta hermana mía, nacida en el mes de Noviembre de 1958 y fallecida al mes de su nacimiento por causas no naturales, la repetitiva frase, escondan a la muchacha, que referían respecto a mí, la observación de las fotografías tomadas a la suscrita que únicamente constan a partir de los dos años de edad, de las que se observa una aptitud   siempre triste y cabisbaja y triste, con cabellos completamente rubios y que a posteriori, para momentos como, para ir a la playa se me cortaba el cabello como estilo varón se colocaba colorantes en mi cabello a negro, y que por otras fotografías de mayor edad, se observa mi cabello  nuevamente natural completamente rubio.  Mis   parientes  criadas como primas me dicen que llegue a casa  teniendo 1 año y medo de edad, Otra de las circunstancias que conllevan a la certeza de que es verdad que ocurrió el rapto, es la repetitiva frase que en épocas de adulta mi señora madre, solía expresar “que pague la ricachona”, cuando en realidad mi situación económica no ha sido tal. 

Desde hace aproximadamente tres años atrás venía recibiendo comentarios de una íntima amiga de mi medio hermana Carmen Benavides Solórzano, esto es  la señora Rocío Astudillo, que yo olía a petróleo, a esmeraldas y piedras preciosas, y que en su momento iba a decirme un secreto que le había confiado mi medio hermana. 

Se ha efectuado un examen de ADN que resultó negativo,  pero me he informado que existe un examen especial que es para saber la etnia a que corresponde un ser humano, y quisiera saber si podrían ayudarme a conocer de alguna Fundación que pudiera ayudarme a solventar el costo de éste examen, y particularmente que se realice una investigación a través de la Embajada Británica de quienes en el período de 1955 a 1958, pudieron haber perdido una hija, de la que se solicitó una recompensa, pues alguna vez investigando en el internet encontré con ayuda de mi medio hermana Alba Benavides Solórzano un resaltado en el año 1958 que hablaba de un fracaso en la negociación por el rapto de una niña británica, lamentablemente la página de internet no pudo ser grabada por problemas con el computador, pero basada en esa información acudí al Biblioteca Municipal de Guayaquil, donde encontré los archivos de los periódicos de aquella época – años 1955 a 1958 se encuentran mutilados. 

Lo importante de esta historia real, es que toda la vida recordé ser tomada por la cintura por un hombre, patalear como un bebé  asustada , claque clavaba sus uñitas a unas manos de hombre y luego encontrarme debajo de una cama en lugar desconocido tomada de la mano de un muñeco , que para la época no se fabricaban en el Ecuador, y que evidentemente era un muñeco extranjero, yo preguntaba sobre esta pesadilla que me duró hasta más o menos los 15 años,  a mi madre y ella me respondía, que eran un recuerdo de haber estado en medio de un enojo con mi padre, con el que no me crie.  A estas alturas de mi vida, mi señora madre fustiga el hecho, de que haya levantado el pasado, pero encontrándome civilmente muerta, haciendo una vida normal y pública con documentos falsificados, de los que no he sido responsable como queda dicho, porque he tenido conocimiento de  esto apenas hace dos años, con evidentes diferencias físicas a toda la familia, tengo la gran sospecha de que toda esa pesadilla es verdad, porque los documentos, exámenes, fotografías, certificado de defunción, concluyen a que el rapto realmente existió. 

Mi dirección  el Urdesa Norte Av. 4ª calle 5ª de ésta  ciudad de Guayaquil. Mi trabajo en el edificio el fórum piso 8  oficina 8-A. Mis teléfonos  de casa 2386839-238840.-Mi celular 094659320.

Dios  quiera que ustedes puedan ayudarme a reunirme con mi  verdadera  familia. Debe haber unos padres  con el corazón roto por el rapto de su hija y  aquí esta una hija buscando a sus verdaderos padres. 

Atentamente,
ABG. DELIA CÀRDENAS DE VELA 




1 comentario:

  1. Hola mi nombre es Grace, yo tambien soy de Ancon, y en o que puedo ayudarte es darte informacion para que te comuniques con susana gomez jurado que la mama de origen ingles, era la jefe de enfermeras de la clinica de Ancon. o tambien puedes obtener informacion con Sandra Johnson, que tambien su mama Pepina Chevazco trabajo en esa epoca como dietista en la clinica, espero que estos dtos puedan ayudarte.

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